lunes, 10 de agosto de 2015

HOMENAJE A UN INOLVIDABLE CAMARADA



JUAN QUERALTÓ
(17/02/1912 - 08/08/1987)

ANIVERSARIO DE SU MUERTE.

JEFE DE LA ALIANZA LIBERTADORA NACIONALISTA E INFATIGABLE MILITANTE Y ORGANIZADOR:


De la más antigua prosapia popular, de lo más íntimo y puro de las masas que gestaron el despertar nacionalista de la conciencia argentina, surgió el jefe de la Alianza: Juan Queraltó
No lo impuso ninguna "minoría selecta", ni lo eligió ninguna suma de voluntades. Surgió sólo, como jefe natural de la Alianza, por su propio esfuerzo, por su valor personal, por su carácter y abnegación nacionalista, por su espíritu de sacrificio -ejemplar en toda circunstancia-, su capacidad de trabajo y sus dotes natas de conductor y organizador de masas.
Ni los adversarios pueden achacarle un vicio, un defecto moral; su honradez, su integridad, no han podido ni podrán ser nunca impugnadas por nadie.
Creó y dirigió el primer organismo nacionalista del país que se lanzó a conquistar argentinos fuera de los salones aúlicos de la oligarquía: la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (U.N.E.S.), de la que fue jefe nato y a la que condujo con tanto acierto que, escapando a los cálculos más optimistas del estudiantado que seguía la lucha bajo sus órdenes, agregó su esfera de acción y pasó a ser el núcleo básico de la Alianza de la Juventud Nacionalista.
Cuando la mayor parte de los hombres de su generación se preparaban para seguir la vida cómoda del peculado, él, QUERALTÓ, les dió con el ejemplo de su vida, un rumbo a seguir y los orientó dándole un nuevo contenido a la conciencia juvenil, sacrificó comodidades personales, intereses y afectos familiares, perdió amistades y empleos y dejó siempre el fruto de su labor para simiente de una nueva Argentina, Grande, Libre, Poderosa y Justa, como lo impuso desde el primer momento, señalando esa meta para la Alianza.
Allí el Nacionalismo dejó de ser un snobismo o una pose de moda, para ser una forma de lucha, un estilo nuevo de vida. Porque él luchó y se sacrificó en todo momento, pudo inculcarles a los demás el espíritu de lucha y sacrificio en que se ha condensado lo mejor de la argentinidad:

Juan Queralto ¡Presente!

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